
Los buenos artistas copian; los grandes artistas roban
Publicado el Miércoles, 16 Abr. 2025
Explora la historia completa, el verdadero origen y el significado moderno de “Los buenos artistas copian; los grandes artistas roban” más allá de Picasso. Aprende cómo esta filosofía se aplica al trabajo creativo actual.
“Los buenos artistas copian; los grandes artistas roban”. Esta provocativa afirmación ha circulado en círculos creativos durante décadas, a menudo atribuida a Pablo Picasso. Sin embargo, detrás de este aforismo aparentemente simple yace una compleja historia de atribución, significado y aplicación que abarca más de un siglo. Desde la crítica literaria victoriana hasta la creatividad digital moderna, esta cita ha moldeado nuestra comprensión de la influencia artística y la innovación.
Pocas citas sobre creatividad han logrado un reconocimiento tan generalizado —o generado tanta controversia— como “Los buenos artistas copian; los grandes artistas roban”. La frase aparece en innumerables libros sobre creatividad, charlas de innovación empresarial, clases de escuelas de arte y blogs de diseño. Se ha utilizado para justificar todo, desde el homenaje artístico hasta el plagio descarado, a menudo sin una comprensión clara de sus orígenes o significado previsto.
Los verdaderos orígenes: rastreando la cita a través de la Historia
W.H. Davenport Adams y la Crítica Literaria (1892)
Contrariamente a la creencia popular, Pablo Picasso no originó el concepto detrás de “los buenos artistas copian; los grandes artistas roban”. El ancestro documentado más antiguo de esta idea aparece en la obra de W.H. Davenport Adams “Imitadores y Plagiarios” publicada en The Gentleman’s Magazine en 1892. Adams escribió:
“El gran poeta... entreteje en la textura de su propia composición los pensamientos y expresiones de sus predecesores... El poeta inmaduro imita; el poeta maduro plagia.”
Este crítico literario victoriano estaba haciendo una distinción sutil entre la imitación superficial y la influencia artística significativa —un concepto que evolucionaría significativamente en las décadas siguientes.
La influencia y reformulación de T.S. Eliot (década de 1920)
T.S. Eliot, uno de los poetas y críticos más influyentes del siglo XX, desarrolló aún más este concepto en su ensayo de 1920 “Philip Massinger”, donde escribió:
“Los poetas inmaduros imitan; los poetas maduros roban; los malos poetas desfiguran lo que toman, y los buenos poetas lo convierten en algo mejor, o al menos en algo diferente. El buen poeta suelda su robo en un todo de sentimiento que es único, completamente diferente de aquello de lo que fue arrancado.”
Esta declaración representa una evolución crucial en la filosofía. Eliot aclara que “robar” en este contexto no se trata de atribuirse el trabajo de otro en su totalidad, sino más bien de transformar elementos prestados en algo nuevo y excepcionalmente valioso. Esta transformación es lo que distingue el gran trabajo creativo de la mera copia.
La formulación de Eliot es particularmente significativa porque influyó directamente en versiones posteriores de la cita que eventualmente serían atribuidas a Picasso.
La conexión con Picasso: Cómo se popularizó la atribución
A pesar de no existir evidencia primaria de que Picasso alguna vez pronunciara las palabras exactas “Los buenos artistas copian; los grandes artistas roban”, la atribución a él se generalizó en la segunda mitad del siglo XX.
La conexión con Picasso tiene sentido intuitivo dado su práctica bien documentada de extraer inspiración de diversas fuentes —desde máscaras africanas hasta pinturas de El Greco— y transformarlas en arte revolucionario. El mismo Picasso dijo una vez: “Cuando hay algo que robar, yo robo”, aunque probablemente fuera una referencia humorística a su apertura sobre la influencia, más que una admisión de plagio.
La atribución errónea puede haber ganado tracción porque Picasso encarnaba la filosofía a la perfección en su trabajo. Sus pinturas cubistas no simplemente copiaban formas escultóricas africanas —transformaban estas influencias en algo completamente nuevo que cambió el curso del arte occidental.
Otras atribuciones notables: Stravinsky, Faulkner y Más
El concepto ha sido atribuido a numerosas otras figuras creativas, incluyendo:
- Igor Stravinsky, quien supuestamente dijo: “Un buen compositor no imita; roba”
- William Faulkner, quien aconsejó a los escritores “leer, leer, leer. "Leer todo... y robar lo que necesites”
- Steve Jobs, quien citó la frase (atribuyéndola a Picasso) cuando discutía el desarrollo de la interfaz gráfica de usuario de Apple
Estas variaciones demuestran cómo la idea central ha resonado en diferentes disciplinas creativas, cada una enfatizando la naturaleza transformadora de la influencia creativa.
Entendiendo la filosofía: ¿Qué significa realmente la cita?
La diferencia entre copiar y robar en el arte
Para entender el significado de la cita, primero debemos aclarar la contra intuitiva distinción que hace entre copiar y robar:
Copiar en este contexto se refiere a la imitación superficial —reproducir el trabajo o estilo de otro sin una comprensión profunda o transformación significativa. El copiador permanece visiblemente endeudado con su fuente, produciendo trabajo que inevitablemente invita a la comparación con el original, generalmente de manera desfavorable.
Robar, paradójicamente, se refiere a algo más profundo y en última instancia, más respetuoso de la tradición artística. “Robar” artísticamente significa internalizar completamente las influencias, entender su esencia y transformarlas en algo que se vuelve auténticamente tuyo. La influencia se vuelve invisible porque ha sido tan completamente asimilada y transformada.
Como señala Austin Kleon en su libro superventas “Roba como un artista”: “Lo que un buen artista entiende es que nada surge de la nada. Todo trabajo creativo se construye sobre lo que vino antes.”
Transformación vs. Imitación: La distinción fundamental
La diferencia crítica entre los grandes artistas y los meramente buenos, según esta filosofía, radica en cómo manejan la influencia:
- La imitación mantiene la conexión visible con la fuente
- La transformación integra las influencias tan completamente que el resultado parece original
Esta distinción es paralela a la observación de T.S. Eliot de que los poetas menores “desfiguran” lo que toman prestado, mientras que los grandes poetas lo convierten “en algo mejor, o al menos en algo diferente”.
La naturaleza evolutiva del trabajo creativo
En su esencia, la filosofía reconoce que la creatividad es evolutiva más que revolucionaria. Todo trabajo creativo existe en diálogo con lo que vino antes. Como declaró elocuentemente el cineasta Jim Jarmusch:
“Nada es original. Roba de cualquier lugar que resuene con inspiración o alimente tu imaginación... Selecciona solo cosas para robar que hablen directamente a tu alma. Si haces esto, tu trabajo (y tu robo) será auténtico.”
Entender la creatividad como un proceso continuo de influencia, asimilación y transformación libera a los artistas de la imposible carga de la originalidad pura mientras los desafía a añadir valor significativo a lo que toman prestado.
Ejemplos históricos de “robo artístico”
Las tramas prestadas y las historias transformadas de Shakespeare
William Shakespeare, ampliamente considerado como el mayor escritor en lengua inglesa, fue también uno de los más hábiles “ladrones artísticos” de la historia. Casi todas sus obras extraen de fuentes existentes:
- “Romeo y Julieta” se basó en el poema narrativo de Arthur Brooke “La Historia Trágica de Romeus y Julieta”
- “Hamlet” se inspiró en la leyenda de Amleth de Saxo Grammaticus
- Las obras históricas tomaron prestado abundantemente de las Crónicas de Holinshed
Sin embargo, Shakespeare transformó estas fuentes completamente que sus versiones se volvieron definitivas. No se limitó a copiar tramas —las elevó a través de la complejidad psicológica, el lenguaje poético y temas profundos que trascendieron sus fuentes.
Como señala Jonathan Bate en su libro “El genio de Shakespeare”, “El genio de Shakespeare radicaba en tomar historias que pertenecían a todos y volverlas a contar de una manera que las hacía parecer completamente nuevas.”
Las influencias del arte africano en Picasso
“Las señoritas de Avignon” (1907) de Pablo Picasso marcó un punto de inflexión en la historia del arte occidental. Lo que muchos espectadores no se dan cuenta es cuán directamente esta obra revolucionaria fue influenciada por máscaras africanas y esculturas ibéricas que Picasso encontró en museos de París.
En lugar de simplemente copiar estas formas, Picasso extrajo sus principios geométricos y poder emocional, integrándolos con las tradiciones artísticas europeas para crear algo sin precedentes. Su “robo” fue transformador —no intentó hacer arte africano o imitarlo superficialmente, sino que incorporó sus cualidades esenciales en su propio vocabulario artístico.
La historiadora de arte Patricia Leighten observa en “El Peligro Blanco y L’Art nègre” que “la relación de Picasso con el arte africano representa no una apropiación sino un profundo diálogo artístico.”
Los Beatles y sus predecesores musicales
Los Beatles comenzaron su carrera emulando abiertamente a artistas americanos de rock and roll, R&B y Motown. Sus primeras grabaciones incluían versiones de canciones de Chuck Berry, Little Richard y las Shirelles. Sin embargo, a medida que maduraron, transformaron estas influencias en algo únicamente suyo.
Al “robar” elementos de diversas fuentes —música clásica, india, técnicas vanguardistas de cinta, tradiciones de music-hall y más—, los Beatles crearon un vocabulario musical que definió una era. Su genio no residía en la originalidad ex nihilo, sino en la síntesis y transformación.
Como escribe el historiador musical Elijah Wald en “Cómo los Beatles Destruyeron el Rock ’n’ Roll”, “La grandeza de los Beatles no vino de inventar algo nuevo sino de sintetizar prácticamente todo lo que había venido antes de ellos.”
El cine moderno y los homenajes visuales
Los cineastas contemporáneos proporcionan algunos de los ejemplos más claros de “robo” creativo. Los directores como Quentin Tarantino y Wes Anderson son conocidos por sus referencias visuales a la historia del cine:
- “Kill Bill” de Tarantino incorpora elementos de películas de samuráis japoneses, películas de kung-fu y westerns spaghetti
- El meticuloso encuadre simétrico de Anderson se inspira en Stanley Kubrick, mientras que sus paletas de colores hacen referencia a la ilustración de mediados de siglo
Estos cineastas no ocultan sus influencias —las celebran. Sin embargo, el resultado no es derivativo sino distintivo. Han asimilado tan completamente sus influencias que estas referencias se convierten en parte de sus voces directivas únicas.
El estudioso del cine David Bordwell señala en “La Forma en que Hollywood Cuenta” que “los grandes cineastas no simplemente copian tomas; entienden los principios detrás de esas tomas y los aplican en nuevos contextos.”
La cita en las industrias creativas modernas
Arte digital y cultura del remix
La era digital ha transformado radicalmente cómo entendemos la influencia creativa. La cultura del remix —la práctica de usar materiales digitales existentes para crear nuevas obras— encarna la filosofía de “los grandes artistas roban” para el siglo XXI.
Los artistas digitales incorporan, transforman y generan un nuevo contexto rutinariamente con imágenes, sonidos y textos existentes. Herramientas como Photoshop, el sampleo digital y la codificación creativa permiten formas sin precedentes de “robo” creativo que plantean complejas cuestiones sobre autoría y originalidad.
Como argumenta Lawrence Lessig en “Remix: Making Art and Commerce Thrive in the Hybrid Economy”, “Estos ‘remixes’ son obras creativas que toman de varias fuentes y crean algo nuevo.”
Desarrollo de software y filosofía de código abierto
La comunidad de desarrollo de software ha abrazado un enfoque sistemático al “robo” creativo a través del desarrollo de código abierto. Los desarrolladores comparten libremente el código, con el entendimiento explícito de que otros lo tomarán, modificarán y mejorarán.
Este enfoque colaborativo ha producido algunos de los proyectos de software más exitosos de la historia, incluidos el sistema operativo Linux y el servidor web Apache. El movimiento de código abierto demuestra cómo el “robo” consciente y ético puede acelerar la innovación y crear valor público.
Como una vez comentó Linus Torvalds, creador de Linux: “Los buenos programadores saben qué escribir. Los grandes saben qué reutilizar.”
El interminable ciclo de reinvención de la moda
La industria de la moda proporciona quizás el ejemplo más transparente de la distinción entre “copiar vs. Robar”. Las marcas de moda rápida copian directamente diseños de pasarela, produciendo versiones de menor calidad que imitan de cerca los originales. Esto es copiar en su sentido más literal.
En contraste, los diseñadores innovadores “roban” a través del tiempo y las culturas. Rei Kawakubo de Comme des Garçons se inspira en siluetas victorianas, ropa tradicional japonesa y estética punk para crear diseños que hacen referencia a estas influencias mientras son inconfundiblemente originales.
La historiadora de moda Valerie Steele señala en “Fashion Theory” que “los diseñadores más innovadores son a menudo aquellos más profundamente comprometidos con la historia de la moda.”
Literatura contemporánea e intertextualidad
La literatura moderna ha abrazado el concepto de intertextualidad —la noción de que todos los textos existen en relación con otros textos. Autores como Michael Chabon, Zadie Smith y David Mitchell incorporan conscientemente tradiciones literarias y referencias en obras que siguen siendo distintivamente propias.
“La tierra baldía” de T.S. Eliot, con sus extensas alusiones y citas de obras anteriores, sigue siendo un ejemplo fundamental de cómo la gran literatura “roba” de sus predecesores. El poder del poema no proviene de su originalidad sino de cómo transforma sus fuentes en una visión artística coherente.
La académica literaria Linda Hutcheon observa en “Una teoría de la adaptación” que “la adaptación no es mera copia sino un complejo proceso de reinterpretación y recreación.”
La ética de la influencia creativa
¿Cuándo la inspiración se convierte en plagio?
La línea entre la influencia creativa ética y el plagio puede ser difícil de definir. Generalmente, el plagio ocurre cuando:
- El préstamo es sustancial y sin alteraciones
- Hay un intento de ocultar la influencia
- No ocurre transformación o valor añadido
- No se acredita al creador original cuando es apropiado
La cuestión clave no es si un artista ha sido influenciado —todos lo son— sino si ha transformado sus influencias en algo que hace una contribución nueva y valiosa.
Como escribió el juez Learned Hand en un caso emblemático de derechos de autor: “Ningún plagiario puede excusar el error mostrando cuánto de su trabajo no pirateó.”
Marcos legales: Derechos de autor, uso justo y expresión artística
La ley de derechos de autor intenta equilibrar la protección para los creadores con los beneficios sociales de permitir a los artistas construir sobre obras existentes. La doctrina del uso justo reconoce específicamente el valor de la transformación, permitiendo un uso limitado de material con derechos de autor para propósitos como crítica, comentario o creación de nuevas obras artísticas.
Cuatro factores típicamente determinan si un uso constituye uso justo:
- El propósito y carácter del uso (especialmente si es transformador)
- La naturaleza de la obra con derechos de autor
- La cantidad y substancialidad de la porción utilizada
- El efecto sobre el mercado potencial para el original
La consideración más importante es típicamente si la nueva obra es “transformadora” —precisamente la distinción que nuestra cita hace entre copiar y robar.
Según la Guía de Derechos de Autor y Uso Justo de las Bibliotecas de la Universidad de Stanford, “En su esencia, el uso justo trata sobre la transformación —usar obras existentes de maneras que añaden nuevo significado, mensaje o expresión.”
Dar crédito: mejores prácticas para reconocer influencias
El “robo” ético en el sentido creativo no significa dejar de reconocer las influencias. Las mejores prácticas incluyen:
- Atribución directa cuando se construye estrechamente sobre el trabajo de otro
- Reconocimiento en notas, créditos o comentarios
- Transparencia sobre las influencias en entrevistas y discusiones
- Compensación financiera cuando sea apropiada (licencias, regalías, etc.)
Como aconseja la diseñadora Jessica Hische en su ensayo sobre inspiración: “Inspírate en, no copies. Y si estás haciendo referencia directamente a algo, acredita tu inspiración.”
Aplicaciones prácticas para creadores en la actualidad
Construyendo sobre ideas existentes éticamente
Los creadores de hoy pueden aplicar la filosofía de “los grandes artistas roban” éticamente mediante:
- Estudiar amplia y profundamente: La exposición a influencias diversas crea posibilidades más ricas para la transformación.
- Entender los principios detrás de lo que admiras: No te limites a copiar características superficiales —comprende la estructura, propósito y efecto subyacentes.
- Combinar múltiples influencias: Cuanto más diversas sean tus fuentes, más probable será que tu trabajo se convierta en algo verdaderamente nuevo.
- Añade tu perspectiva única: Tus experiencias personales, contexto cultural y visión del mundo transformarán naturalmente lo que tomas prestado.
- Ser transparente: No ocultes tus influencias —celébralas como parte de tu linaje creativo.
Según el investigador de creatividad Keith Sawyer en “Explicando la Creatividad”, “Las personas más creativas son aquellas que pueden conectar elementos aparentemente no relacionados de formas nuevas y significativas.”
Encontrando tu voz a través de influencias diversas
Paradójicamente, desarrollar una voz creativa única requiere un extenso compromiso con el trabajo de otros. Austin Kleon aconseja a los creadores recolectar influencias deliberadamente:
- Mantén un “archivo de recortes” de trabajo que admires
- Analiza qué te conmueve específicamente de cada pieza
- Busca patrones en lo que te atrae
- Identifica qué falta que tú podrías contribuir
Con el tiempo, la combinación particular de influencias que absorbes, y cómo las transformas, se convierte en tu voz distintiva.
Como señala la diseñadora Paula Scher: “Es a través de los errores que realmente puedes crecer. Tienes que ser malo para poder ser bueno.”
Ejercicios para la Creatividad Transformadora
Para practicar el arte de la transformación creativa:
- El Desafío del Remix: Toma una obra existente y cambia deliberadamente su medio, contexto o audiencia.
- El ejercicio de combinación: Elige tres influencias no relacionadas y crea algo que incorpore elementos de cada una.
- La extracción de principios: Identifica los principios subyacentes de una obra que admiras, luego aplica esos principios a un tema completamente diferente.
- El Diálogo Histórico: Crea una respuesta a una obra histórica como si continuaras una conversación a través del tiempo.
- El juego de Restricciones: Toma prestada una restricción estructural de otro creador (como Georges Perec escribiendo una novela sin usar la letra ‘e’), pero aplícala a tu propio contenido.
La entrenadora de creatividad Twyla Tharp recomienda en “El Hábito Creativo” que los artistas “rasquen” en busca de ideas sumergiéndose en influencias antes de comenzar su propio trabajo.
Atribuciones Erróneas, Famosas y Mutaciones de la cita.
La ironía de la cita “los buenos artistas copian; los grandes artistas roban” es que su propia historia demuestra su principio. La cita misma ha sido “robada” repetidamente, transformada a través de diferentes contextos y erróneamente atribuida a varias figuras.
Algunas variaciones notables incluyen:
- “El talento toma prestado, el genio roba” (a menudo atribuida a Oscar Wilde)
- “Los artistas menores toman prestado; los grandes artistas roban” (atribuida a Stravinsky)
- “Los buenos poetas toman prestado, los grandes poetas roban” (varias atribuciones)
Cada versión cambia sutilmente el significado mientras preserva la idea central. La evolución de la cita demuestra cómo las ideas mismas se transforman a medida que se mueven a través de la cultura —exactamente el proceso que la cita describe.
Como observó el experto en citas Ralph Keyes en “The Quote Verifier”, “La nuestra es una época que se siente cómoda, con aproximaciones que suenan mejor que el original.”
El aforismo “Los buenos artistas copian; los grandes artistas roban” encapsula una profunda verdad sobre la creatividad: que las obras más valiosas y duraderas no surgen de la nada sino que crecen del compromiso reflexivo con la tradición. La diferencia entre copiar y robar —entre imitación y transformación— sigue siendo crucial para entender cómo funciona realmente la creatividad.
Desde W.H. Davenport Adams hasta T.S. Eliot hasta su popular atribución a Picasso, la cita misma ha evolucionado y ha sido transformada, encarnando su propia sabiduría. Su viaje a través de la historia cultural refleja el mismo proceso de influencia artística que describe.
Para los creadores de hoy, la cita ofrece tanto liberación como desafío: libertad de la imposible carga de la originalidad absoluta, junto con la responsabilidad de transformar las influencias en algo genuinamente valioso y nuevo. En una época de acceso sin precedentes a obras creativas de todas las épocas y culturas, la capacidad de “robar” artísticamente —para asimilar, transformar y sintetizar influencias— nunca ha sido más importante.
Mientras navegamos por complejas cuestiones de inspiración, influencia y propiedad intelectual en la era digital, esta percepción centenaria continúa ofreciendo sabiduría. Las mentes creativas más grandes siempre han entendido que la innovación no significa comenzar de cero, sino más bien pararse sobre los hombros de gigantes —y luego alcanzar más alto.
Explora la historia completa, el verdadero origen y el significado moderno de “Los buenos artistas copian; los grandes artistas roban” más allá de Picasso. Aprende cómo esta filosofía se aplica al trabajo creativo actual.